Hugo Mujica, ajeno a la imposicion de cualquier premisa teorica a priori, traza una mirada fenomenologica que busca indagar en el misterioso itinerario de aparicion de la palabra, su hacerse presencia en el poema, su despertar "para tatuar un nombre donde inscribir su paso", el poema como relicario de una verdadera liturgia donde lo real se hace mas tangible y lo inedito mas palpable; el texto es asi la estela de ese brotar o florecer, aurora del verbo.